miércoles, 14 de septiembre de 2011

Aventuras en Grecia

Imposible poner toda la semana pasada en una sola entrada de blog. Lo intentaré. Salté de Turquía a Rodas, y de Rodas a Creta. Había exceso de turismo, hasta que llegué a Creta. Mi chofer desde Sitia a Heraklion fue genial, con visita a una cantera de yeso y a un parque de esculturas incluido. Y luego llegue a Heraklion y me encontré en medio de la revolución estudiantil nuestra de cada día.

Ya se sabe que hay algún apuro económico que otro en Grecia, y evidentemente los recortes van cabreando a la gente. Los estudiantes estan que trinan y lo demuestran ocupando las universidades y fastidiando todo lo posible. Dicha actitud es muy respetada, pues de hecho fueron los estudiantes los martires en el final de la dictadura de los coroneles en 1973. De hecho, la policia y el ejercito tiene prohibidismo entrar en los terrenos universitarios. Por tanto, ahora, en pleno cataclismo financiero, los estudiantes asumen que les toca a ellos encender la mecha.

Yo presencié la dificil decisión del departamento de matemáticas aplicadas de Heraklion de ocupar o no ocupar el departamento. A un lado del aula estaban los de "izquierdas" y al otro los de "derechas". En medio estaban los "espiritus libres". Cuando a uno le tocaba, salía a la palestra, soltaba un discurso y luego lo torturaban a preguntas. Todo ello con un infernal ruido de fondo fruto de todas las conversaciones por lo bajini. Al orador le aguantaba la faringe 20 minutos. Y todo con los nervios a flor de piel, hubieron peleas a puñetazos y lagrimas. La votación dictaminó que no se ocuparia el departamento. Sin embargo, tengo entendido que en 350 de los 420 departamentos de Grecia la ocupación es una realidad.

En realidad, mi visita a Creta tenía como objetivo principal acudir a la boda de Ioanna, una buena amiga de mis años universitarios. Fue una pasada. Todos decían que una boda tan íntima, sólo de los más allegados era muy bonito. A mi me parecía que trescientas personas son muchas, pero bueno. Los bailes tradicionales, el Raki, el paisaje alucinante... Increible. Pero sobre todo el reencuentro, ver a los viejos amigos, y ver que les va bien. Eso si que llena por dentro.

Como apunte curioso, resulta que los taxistas empezaron una super huelga el fin de semana de la boda. El gobierno ha decidido acabar con el mercado negro de las licencias, y los que pagaron cientos de miles el año pasado se encuentran con que ahora no cuesta nada. Así que hay otro pollo más en el horno. Y, claro, en plena boda. Así que muchos invitados no tuvieron más remedio que hacer autostop. Entrañable.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Görüşürüz Türkiye

26 días en Turquía. No me ha dado tiempo a visitar muchos lugares, como el Kurdistán, o la costa del mar negro, o el caúcaso turco, y mucho más. Pero lo que he visto me ha gustado mucho. Merece la pena contar un poco que sensaciones me deja Turquía.

La primera sensacion es de alucine. Por la gente. La amabilidad incuestionable, la entrega total, la simpatía inmediata y sincera por parte de la gente es algo que jamás había visto en ningún lugar. Con tanta frecuencia me ha pasado que en un día, me han invitado a desayunar, comer y cenar, posteriormente a dormir a la casa. En todo momento asegurandose que me sintiera a gusto. Sólo por el mero hecho de ser extranjero, y de estar interesado en conocer su país y su cultura. También ha ayudado muchísimo mis esfuerzos con el turco.

Es verdad, eso sí, que no es lo mismo para una mujer que viaje sola. Pues para unos pocos turcos una mujer sola sólo se puede interpretar de forma negativa, y a veces el trato empeora. Insisto que a veces, y en pocos casos, y casi todas las chicas que viajan solas por Turquía también hablan maravillas de los turcos. Pero es verdad que no es lo mismo. Esto también sucede con temas de origen. Los españoles caemos bien, generamos curiosidad sana, pero no se yo si le pasa lo mismo a un armenio, a un iraní, o a un sub-sahariano. Está mejor que antes, pero quedan cosas que hacer en Turquía en estos temas.

Pero probablemente lo que más preocupa aquí, sobre todo a los jovenes, es como se está radicalizando el gobierno y como aparentemente peligra la libertad de expresión. Hay arrestos a estudiantes involucrados en política, y también cuentan que la policia ha cancelado por la fuerza alguna conferencia. Censura y presos políticos son dos cosas que cuesta creer que existan cuando todo el mundo es tan sumamente simpático. No sé como de serio está el tema, y no me atrevo a enfatizar o suavizar, pero da que pensar.

Ahora, vistos estos dos defectos, hay que insistir una vez más. Turquía es una auténtica pasada. Los paisajes, la historia, la gente, la comida, todo se lleva un diez. Volvería aquí sin pensarlo, y de hecho ya estoy pensando en volver. He sido realmente muy feliz viajando por aquí.

Ya estoy en Grecia!

domingo, 4 de septiembre de 2011

La Ruta Lycia

De Fehtiye a Antalya, en la costa mediterranea de Turquia esta la costa Lycia, y también la Ruta Lycia. Esta última consiste en un épico sendero de 600 kilómetros de enrevesada longitud, que corona picos escarpados y visita el mar de cuando en cuando. En verano está poco recomendado, sobre todo porque es dificil encontrar agua en los meses de calor. Yo, por cuestiones de tiempo he renunciado a dicho sendero. Pero para muchos turcos es su pequeño camino de santiago.

Yo he recorrido dicha costa. Parando sobre todo en Demre y el Kabak Valley. El primero fue una auténtica abducción. Un tipo me invitó a un desayuno que se convirtió en dos noches y tres días de turismo por la zona, comilonas, y poder charlar con toda su familia. Eran basante conservadores, y pudimos conversar acerca de muchas cosas. No sé que tal digerieron mis ideas, pero digamos que su creacionismo y mi darwinismo colisionaron, pero como nos llevabamos tan bién. Empezamos todos a imitar a monos y nos reimos un montón. Una escena entrañable.

Tras una tierna despedida, y el ya rutinario "nos vemos en facebook", seguí por la ruta Lycia. Fueron coches muy divertidos, y al final, terminé en Kabak Valley. Para explicar este lugar hay que empezar por Oludeniz, que es otro nucleo de turismo total, y despues seguir la precaria carretera que bordea el acantilado. El primer barranco que te encuentras es el Butterfly, luego el Kabak, y finalmente el Paradise. No os dejeis engañar por los nombres, normalmente están en turco pero no me los he aprendido.

El caso es que son lugares recónditos y que empiezan con un par de melenudos antisistema que hacen de neo-ermitaños. En ese estado esta Paradise. Luego evolucionan y se forman campings, para acomodar las visitas y para que el melenudo tenga dinero. Los campings evolucionan, y al tiempo algunos tienen Bungalows y algunos incluso piscina. En ese estado está Kabak. El último paso, suele ser la irrupción de alguien que no es un melenudo, sino una empresa de hosteleria, y la fagocitación de todos los campings dentro de uno sólo. Practicamente hay que pagar entrada. En ese estado está Butterfly.

Y Kabak muy bien. Mucha gente entrañable. Muy bonito. Muy divertido. Inolvidable. Pero hay prisa. Me voy a Grecia. Ipso Facto!

miércoles, 31 de agosto de 2011

Los turcos son mediterraneos

He viajado desde Mersin hasta algo mas alla de Antalya en los ultimos dias. La carretera va siguiendo la costa, y la cadena montanyosa que los turcos llaman Toros tambien se une a la fiesta y sigue la costa. Todo un espectaculo de curvas y vistas, un examen de vertigo cada no se cuantos kilometros, y el extranyo devenir de los habitantes de esta zona.

Como en otras partes del mundo, lo que antes era una region condenada al aislamiento, con tierra escarpada (no apta para la agricultura a gran escala), y con comunicaciones malas; de golpe y porrazo empieza progresivamente a convertirse en un sitio turistico. La suerte de varas le toco a Alanya, que ya luce turistas acangrejados por doquier, hoteles horteras y maitres que te asaltan por la calle. Antalya, como capital de la Turkish Riviera, se libra a medias por ser una ciudad grande, pero lo que me impacto fue Beldibi.

Beldibi es el pueblecito conquistado por los rusos veraneantes. Los hoteles estan construidos de manera que forman un kilometrico muro infranqueable entre la playa y la avenida principal. Es espectacular. Yo me compre un poco de pan recien hecho, un queso y unos higos. Me relamia pensando en el picnic que me esperaba al borde del mar, pero no habia manera. Ni siquiera habia bancos en la avenida principal, ni un parquecito. Finalmente, me fije que los hoteles sacaban la basura por unos callejones estrechisimos. Y aventurandome por uno de ellos descubri el mar. Me senti como Colon cuando vio la tierra. Tampoco duro mucho el picnic, pues el personal del "Beach Palace" y el "Sun Party Hotel", miraban con recelo al solitario vagabundo que comia higos en la playa. Claro, yo estaba en la tierra de nadie de su particular batalla de hamacas y sombrillas por cada milimetro de la playa.

Me largue de Beldibi, y ahi empezo un efecto domino de exquisita hospitalidad turca. Estamos en el Bayram, la fiesta por el fin del Ramadan. Una familia divertidisima me invito a comer y pasar el dia con ellos, luego el capitan de un barco me invito a dormir en cubierta, y hoy me recoge la motito mas humilde de la zona. El tipo me insiste en que vaya a desayunar a su casa. Acepto. Son las 18.00 y llevo tres comidas, dos siestas y unos doce chais. Al final pasare aqui la noche, y sigo hacia el oeste. Parece ser que habra una fiesta Couchsurfing este fin de semana en Rodas.

sábado, 27 de agosto de 2011

Capadocia

Tras muchos kilometros, chais con camioneros, y muchisimo calor; llegue a Capadocia. Como era de esperar el libro mas leido en todas las terrazas, por mayoria aplastante, era la LP; y las agencias y hostales ya hacen ciber-acrobacias en foros y buscadores para ser recomendadas en la edicion 2012. La verdad es que disfrute mucho de encontrarme de pronto con muchos extranjeros como yo, y disfrutar de una cervecita en una terracita como si aquello fuera Torremolinos me sento muy bien. Luego los hostales, donde siempre supero la media de edad con creces, con su abanico de nacionalidades y mochilas, fue refugio por un dia. Hubo que ser insistente con la ducha para convertirme en persona.

Conoci a mucha gente. A tanta que al final decidi hacer parada larga, porque aquello ya era como ser del pueblo y tenia mucha gracia. Ademas me vino bien dejar de moverme por un tiempo. En total sume seis noches en Capadocia. Algunos me hablaban de como ha cambiado aquello en los ultimos 30 anyos, tambien habia un sorpredente numero de europeos que habian decidido comprarse una casa en Capadocia... y otros exiliados, pero esta vez procedentes de los problematicos paises vecinos (Iran, Iraq, Siria...). Toda gente muy variopinta y muy amable.

Ahora Capadocia cuenta con una flota de globos de uso turistico que supera las 100 unidades. Cada manyana se puede ver una autentica nube de globos, cada uno con sus 10 turistas. Luego la mayoria descansa, y hay un sector de turistas que alquila un quad (barato) y llena de estruendo los petreos valles de la antigua Capadocia. Pero siempre quedan los rincones, aquellos a los que solo se llega a pie, con agua, y con paciencia. En sitios asi, se ve la excentrica erosion y la genialidad humana (para cavar esas casas) toda junta. Y mientras empiezas a imaginarte como serian todas esas cuevas habitadas, aparece un grupo de turistas perdido, que se piensa que un servidor es un sherpa, y empieza el baile de mapas e indicaciones. Es laberintico Capadocia.

El ultimo dia decidi dormir en lo alto de una de las montanyas vecinas. Trate como pude de cumplir con todas las cosas que tenia pendientes, arreglarle la bici a uno, despedirme de otros tantos, etc, etc. Al final me encontre a la carrera rumbo a mi zona de acampada, con la suerte de llegar a tiempo para ver la puesta de sol y poner la tienda. Al dia siguiente comence mi camino de retorno, rumbo a Grecia. Lo primero ha sido bajar hasta la costa, a Mersin. Cerca de ahi he pasado la ultima noche, y ahora sigo hacia el oeste. Vuelve el bochorno, pero tambien es verdad que aqui por lo menos hay mar en que banyarse.


viernes, 19 de agosto de 2011

Momentos

Ha pasado tiempo desde Estambul, y han pasado muchas cosas. Así que en lugar de hacer una historieta de todo lo que ha pasado prefiero contar algunos momentos. Sólo rapidamente diré que sigo en autostop, que estoy en Konya, y que he venido rodeando la costa desde Estambul. Mañana iré a Capadocia.

Ayer por la noche estaba en Denizli, llegue tarde con un camionero kurdo con quien zampe dos kilos de higos. Todo pintaba bien. Pero no. Empecé a andar por Denizli y la verdad es que la gente miraba algo raro, incluso un tipo me pidió dinero con cierto mal rollo, no se parecía eso a la sobresaliente hospitalidad turca que había saboreado hasta entonces. Alguna gente si que era maja, pero la ciudad no se acababa nunca, nadie me explicaba que autobus coger para acercarme a la autopista, y empezaba a estar francamente harto. Todo se arreglo. Esta vez el angel salvador vino encarnado en dos autoestopistas búlgaros, recuperamos la buena cara todos y terminamos viajando los tres en el remolque de un camión, a cielo abierto. Muy bonito. Nos quedamos dormidos y el camionero nos despertó con un desayuno y un sitio ideal para acampar.

También tuve la fortuna de visitar Efesos. La vieja ciudad romana esta realmente en un estado sorprendentemente bueno. Me encantó. Pero la magia del lugar venía con el regalo de un desembarco de turistas impresionante, al menos 50 autobuses, un reguero interminable. Venía de estar tres días sin ver turistas y de pronto podía oir conversaciones sobre que barrio es de Móstoles y cual de Alcorcón. Algo de shock tuve. Y mi alegría inicial de ver paisanos, fue desvaneciendose cuando intentaba comunicarme y me topaba con la misma actitud que cuando intentas hacer amigos en el metro. Eso sí, a las dos horas de salir de ahí ya estaba con un turco tomando un té y recibiendo un tour rápido de su pueblo.

Y así muchisimos momentos y anecdotas. Como por ejemplo la pareja de franceses surrealista que me recogió en los Dardanelos, que conspiraban el uno contra el otro y me lo contaban a mí. O un camionero que me decía una cosa que no entendía y tras veinte minutos de esfuerzo descubrí que quería hacerme guarrerias. También conocer a un grupo de procomunistas que me preguntaban por el Ché Guevara como si fuera mi primo. Y un buque gigantesco de carga hundido a 800 metros de la costa y con la parte alta de la cabina a dos metros de profundidad (se llega a pulmón). Y unos paisajes impresionantes, con sus amaneceres y atardeceres, la costa accidentada de Anatolia, las montañas gigantes de roca desnuda. Vamos, que me lo estoy pasando en grande.

lunes, 15 de agosto de 2011

Estambul

La mega cojociudad de Estambul no defrauda. Entrando por el oeste, viniendo de Bulgaria, el camionero nos dejó en las afueras, como no podia ser de otra manera. Ya habiamos recorrido un buen camino de ciudad, y ya alguna cupula lejana con sus minaretes me habia hecho pensar que tal vez estamos cerca del centro. De eso nada. Una vez desciframos la combinación del transporte publico para plantarnos en Taksim (la puerta del Sol de Estambul), empezamos a ver como ibamos haciendo kilometros sin parar, no tiene fin esta ciudad. Cada vez que el Metrobus alcanzaba un punto alto el nuevo horizonte que se abria era otro valle de antenas, cables y hormigon. Y todo el rato pensando: "Madre mia, que estamos en la parte europea solamente, que hay lo mismo igual de grande an la parte de Asia...". Vamos, que Estambul es inmenso.

Los locales hablan de mas 15 millones y tal vez mas de 20. No son las mismas cifras que maneja la wiki o la onu, pero despues de saborear la ciudad me afilio a la tesis local. En fin, el caso es que la ciudad esta dividida en dos partes, la europea y la asiatica. El Bósforo se puede cruzar mediante los dos superpuentes, o mediante muchos barcos (economicos y muy chulos). Luego hay una locura de opciones de transporte publico para moverse.

Seguia viajando con Alex y Bea, mis socios desde la quedada autoestopista, y encontramos quien nos hospedara a los tres en la zona asiatica. Los turcos llevan en la sangre el tema de la hospitalidad, y como ademas la comida turca es una pasada, pues la verdad es que estuvimos muy a gusto en casa de nuestro anfitrion. Recorrimos el centro historico de la antigua Constantinopla. Para los turcos la historia del imperio otomano es la que realmente llena Estambul de historia, y no tanto la romana/bizantina. Pero desde cualquier punto de vista nadie duda de que Hajia Sofia es el epicentro, siempre ejerciendo de eje en esta ciudad que ha tenido algo importante que decir en cada uno de los ultimos veinte siglos de civilización.

La Estambul moderna sin embargo crece desordenada, el transporte publico es mareante y caro, las zonas ricas imitan Sunset Boulevard con cierta caspa (mas aun que Sunset Boulevard) y las pobres lucen coches aparcados en las aceras, hordas de gatos callejeros y hombres vagueando al sol. Todo esta lleno de tiendecitas con un micro mostrador y una trastienda laberintica donde tienen todo lo que se pueda ocurrir... Una megaciudad, con el detalle del canto de invitación a la oración, y el toque turco. Me gusta, pero no he durado mucho. Ya estoy adentrandome en Anatolia.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Kara Dere

Kara Dere es el nombre de la playa bulgara donde he pasado incomunicado los ultimos dias, presenciando la espectacular reunion de autoestopistas. Cruce Rumania en autostop sin problemas y disfrutando muchisimo. Bucharest me parecio una ciudad super viva, los alpes transilvanos te dejan boquiabierto, y los rumanos son muy salados. En bulgaria tuve que acampar al poco de llegar, pero luego todo salio redondo. Llegue a Kara Dere el dia 5 de Agosto.

Aqui se reunian muchos autoestopistas europeos. Gente que lleva mas de 40 anyos viajando, algunos bulgaros que lo usan cada fin de semana para volver a casa, gente que habia venido en autostop de todas las esquinas de europa. Finlandeses, escoceses, portugueses, etc, etc. Nadie habia tenido ni una sola experiencia negativa como para replantearse otros medios de transporte. Unas 150 personas, pero dificil de contar pues fueron cuatro dias de gente que iba y venia. La conclusion es que el autostop funciona, y que es seguro, ademas de divertido.

El Mar Negro nos recibio con marejada. Pudimos jugar con las olas, algo que no se suele poder hacer demasiado bien. Tambien nos chamuscamos de lo lindo pues nos hizo un sol de justicia y la crema solar escaseaba tanto como la sombra. Pero la verdad es que eramos bastantes, habia un ambiente muy entranyable, y pasamos cuatros dias francamente inolvidables. Se oyeron historias de viaje tan impresionantes como caminar de Khartoum a Dar es Salaam en 1981, y otras muy divertidas o muy sorprendentes.

Y todo para luchar por que el autostop no se prohiba. Se pueda seguir conociendo mundo aprovechando el hueco vacio que tiene tanta gente en sus coches. Y no pase como pronto pasara en Alemania, donde parece ser que hay un plan para prohibirlo. Es el obejtivo de esta gente y la causa que une a muchos de ellos. Yo mientros tanto he hecho equipo con un ingles y una alemana y hemos tenido dos dias geniales de autostop hasta Estanbul. Nos ha pasado de todo, todo bien claro. Y ahora mismo estamos en un cibercafe turco.

Por fin. Estanbul. Lo consegui!

lunes, 1 de agosto de 2011

Rumania

Ya estoy en Rumania. Sencillamente hice autostop hasta Debrecen desde Budapest, luego un camionero muy majete me llevo al otro lado de la frontera, y otro tipo me acerco hasta el centro de Oradea. Un coche mas, y autostop hasta 15 km antes de Cluj para dormir bajo las estrellas. Hoy, desayuno en Cluj con internet. Todo va bien.

Lo primero, el camionero. Hablaba italiano. Lo que me faltaba. Hacía tal vez 7 años que no intentaba hablarlo, y despues de haberme currado el hungaro, arrancarme con los "voglio, piace, tropo" fue duro. El caso es que estar de pronto charlando en italiano en un camion, escuchando a un latino indignado con su gobierno corrupto, con la politica financiera de EEUU, etcetera; me hizo aterrizar. Esto es un pais latino.

Luego, en Oradea, no sabía muy bien porque pero de pronto me resulto muy familiar la ciudad. Algo tenía la distribución, los edificios, que me recordaba a España. Por fin lo entendí. Las terrazas. Los edificios de bloques no suelen tener terrazas, pero en España y Rumanía sí que las tienen. También los árboles en la aceras, las cafeterias con mantel de papel y convoy de centro de mesa... Pues eso, que esto es otra cosa.

Otra cosa chocante sucedió cuando me lancé a buscar un buen sitio para el autostop. De pronto, en la rotonda de la que salen todas las carreteras descubro que hay unos quince autoestopistas apiñados. Por un lado me alegro, porque esto puede significar tradición; por otro me fastidia, mucha competencia! Luego descubro que en realidad es gente que va a los pueblos de las afueras y que van a pagar un poco por el viaje... El caso es que decido echar a andar para alejarme un poco más, escribo Cluj sobre un cartón y al poco rato Florin me recoge.

"E gratis?" - digo yo
Florin se encoge de hombros, hace un gesto de que soy un jeta, y me dice que vale.

Florin nació en Barcelona. Pero no tiene ni idea de español. Volvió a Rumanía muy joven, se caso, tiene tres hijos, y no ha vuelto a visitar España. Tiene mucha familia ahí, hasta el punto de que me pasó con un familiar que andaba de vacaciones en Rumanía pero cuyo español era académico. Hay muchos rumanos en España e Italia, y en verano desfilan coches de dichas matrículas por todas partes. Los 3000 kilometros no asustan a estos expats. Piensan que no tienen buena reputación por España, y todos me insisten que en Rumanía todo el mundo es buena gente. Y he de decir que realmente parece que todo el mundo es muy simpatico y amable, pero me da a mi que lo que aqui hay es algo de pobreza.

domingo, 31 de julio de 2011

Budapest y la reputación española.

Ayer llegué a Budapest. Estuve en el mencionado festival de rock húngaro y eslovaco, que no estuvo nada mal aunque había menos gente de la que esperaba. De todos modos fue entrañable ver a la adolescencia gótica del lugar desparramar su adrenalina por el recinto. El caso es que cruce la frontera en Esztergom, algo espectacular pues hay una enorme basilica en lo alto de un risco pegado al Danubio; y fue encadenando muchos coches hasta llegar a Budapest.

Es una ciudad vibrante. Hay un ambiente tremendo. Y yo me fui directo a la reunión de autoestopistas. Tampoco fuimos muchos, unas diez personas, todos con el mismo rumbo eso sí. La playa de Kara Dere en Bulgaría, el lugar de la gran reunión anual. Estuvo genial compartir historias del autostop, y realmente es genial poder comprobar que no es cuestión de que yo tenga suerte, es que realmente nadie tiene experiencias negativas.

Nos tomamos unas cervezas y nos contamos los grandes viajes. La verdad es que casi todos habían estado en España, y lamentablemente no podían contar cosas demasiado positivas de su experiencia autoestopista. Algunos habían llegado a pasar 30 horas en una gasolinera, viendo coches con huecos pasar, hasta finalmente desistir y coger un autobus hasta la frontera con Francia (donde todo es mucho mas facil). Comprendo que haya mucho miedo en el cuerpo, dudas, es facil pensar "mejor que lo recoja otro..." Pero así sucede que muchos de estos viajeros se quedan con mal sabor de boca. Por lo menos en cuanto al autostop se refiere.

Porque luego les encanta el pais. Alucinan con el ambiente, con Madrid y Barcelona, con Andalucia, el buen tiempo, etc. Tiene muchisimo tirón España entre estos viajeros, y de hecho el año pasado la reunión autoestopista fue en Portugal (otro pais con mejor reputación autoestopista). La gente quiere visitar España, pero nuestra reputación autoestopista es francamente de las peores de europa. Una lastima para esta especie de viajeros trotamundos, universitarios graduados o en proceso, con muchos viajes a sus espaldas, muchos idiomas en su curriculum, capaz de charlar con camioneros y directivos con naturalidad... Una pena.

jueves, 28 de julio de 2011

Mi hylock

Mario y yo pasamos toda la mañana paseando. Hacía bastante buen día, y tuve la oportunidad de conocer su pueblo, charlar acerca de su trabajo de croupier en el casino de Nitra, de Eslovaquia, de chicas, de la vida en general. Apenas nos cayó una ligera tormenta, que nos pilló justo en el parquecillo, perfecto para resguardarnos bajo el tejado del escenario y apurar una cerveza mientras la lluvia limpiaba el asfalto.

Estoy en Velky Kyr. Un pueblo de sur de Eslovaquia, de mayoría húngaroparlante. No me esperaba dejar la zona de influencia eslava y pasar a la magyar tan súbitamente, pero así son las fronteras de mentirosas. Robert me ha abierto las puertas de su entrañable grupo de amigos, musicófilos, gente alegre. Y su amigo Roby me ha dado las llaves de su Hylock para que duerma, y haga mi vidilla ahí durante unos días.

Y, ¿Qué es un hylock? Pues antes era la casita aparte que los vinicultores usaban como bodega. Pero el comunismo termino con casi todos los viñedos, y las nuevas generaciones ya no guardan vino en sus hylocks, sino que lo usan para beberlo. El Hylock de Roby es de los más sencillos, cuatro paredes de tablas, un tejadito de tejas recicladas, una estufita, una cama, dos sillas y la típica caja-mesa. Pero en la calle de los hylocks de Velky Kyr hay algunos hylocks que tienen xbox, tele, y puerta automática de garage.

Así llevo dos días, despertándome con una hoguerita para un café. Tostar una mazorca (es temporada), lavarme la cara, y pronto empiezan a llegar visitas como la de Mario. La juventud del lugar disfruta con el peludo español que le da vidilla al Hylock. Y yo no tengo más remedio que empezar a estudiar húngaro, pues ayer fui vapuleado a las cartas. Mañana, sin embargo, partiré. Hay festival de rock cerca de Esztergom y Robert es el organizador. Justo me pilla de camino a Budapest, ciudad que todos dicen que atrapa.

Y como última mención, estoy enganchado al cubo de Rubik. Me han enseñado a resolverlo y ahora me paso el día dándole vueltas al dichoso juguetito. Es muy adictivo. Ah! Este es el último single del grupo de Roby.

martes, 26 de julio de 2011

Bratislava y planes de futuro

Sali un poco por piernas de Viena. Mis amigos no estaban, la ciudad es cara, y tampoco era el rollete que me apetecia. Lo facil era Bratislava, a algo mas de 60 kilometros, y aqui estoy. Fue pan comido en autostop, con un turco-austriaco (empiezo a encontrarme con muchos turcos) charlando sobre la indecencia de los sueldos de los futbolistas.

Así llegué a Bratislava, la capital de Eslovaquia. Aqui ya ha llegado el Euro, pero los eslovacos no estan demasiado contentos. Los precios se han hinchado de mala manera al parecer, y en plena crisis pues imaginate. Sin embargo, pues tampoco debe ser para tanto, hay ambiente en la calle, la gente gasta que te gasta, y se respira un ambiente simpatico. Vine sin plan de donde dormir, y estaba decidiendo si probar suerte en el parquecillo de las afueras o caer en las redes de algun oscuro hostal cuando descubri que los couchsurfers de la ciudad habian quedado para tomar unas cañas. Fui para alla, y el segundo tipo con el que charle me ofrecio su sofá.

Y aqui estoy ahora, de desayuno con internet. Hoy en dia hay Wifi hasta en las panaderias, y yo con mi ordenador a mano, cosa fina. Haciendo planes de futuro. Decididamente voy a recorrer un poquito el sur de Eslovaquia antes de poner rumbo a Budapest, y parece que la cosa pinta interesante. Y luego...

Resulta que hay una superquedada autoestopista en la playa búlgara el 5 de Agosto. Y hay una prequedada en Budapest el día 30. Serían unos cuantos días de estar con otros autoestopistas, charlar y compartir historias de viaje. Suena bien, y parece un estupendo colofón a mi aventura hitchhiker. Luego Estanbul son dos patadas.

Y como tira Estanbul, todo el mundo tiene planes de ir para allá!

domingo, 24 de julio de 2011

Giro al sur

El caso es que en Cravocia me diluvio. Fui de tormenta en tormenta bajo mi poncho agujereado, dormi en los bosques en mi pequenya tienda con forma de ataud bajo un incesante chorro de agua, pude sentir los rios que se formaban en torno a mi tienda mientras dormia... finalmente decidi que aunque entre diluvio universal y diluvio universal habia unas horas de sol delicioso, no merecia la pena jugar a ser Noe.

Y decidi tirar para el sur rapidito. Y en autostop, rapidito implica subirte a los coches independiente de la direccion que tomen (si es para el sur me vale). Asi termine pasando una noche seca cerca del frontera con republica checa y al dia siguiente el gran Lech me llevo. Tuvimos una sorpredente conversacion en aleman, sorprendente por el hecho de que aun fuese yo capaz de charlar en dicha lengua despues de mi aventura con el polaco. Luego Lech cogio a otro autoestopista, y este ultimo me invito a su casa en Brno, donde montaba una fiesta.

Asi que, despues de tres dias en plan Robinson bajo los diluvios, estaba en una fiestecita en un piso de Brno. Yo con la ducha caliente y un tejado estaba ya mas que satisfecho, pero cuando vi las montanyas de pizzas y las neveras hasta arriba... El caso es que lo pase en grande en Brno. Y esta manyana, como tampoco queria seguir abusando del buen rollito de mi anfitrion decidi poner rumbo a Viena, que esta muy muy cerca, y donde encima tengo algunos buenos amigos.

Y aqui estoy, mucho mas al oeste de lo que hubiera pensado cuando Ucrania y Rumania entraban en mis planes. La verdad es que no durare mucho por Austria, y supongo que Budapest se merece una visita. El autostop sigue siendo una autentica gozada, se viaja de maravilla. Lastima que la bicicleta que Jon me habia propuesto no estuviera disponible en Cracovia. Pero seguro que encuentro una bicicleta en Budapest, o en otro lado. Pero mas al sur, donde haya un intervalo mas generoso entre tormenta y tormenta!

sábado, 23 de julio de 2011

Cracovia, lagos y precipicios.


Lo primero, mis disculpas por el retraso bloguero. Lo segundo, el de la foto no soy yo. Por carambolas de la vida estoy en Brno, Republica Checa. Pero antes voy a contaros mi estancia en Cracovia, a donde llegue despues de mi episodio perroflauta. Me hospedo Natalia, un couchsurfer polaca que se iba al dia siguiente. Sin embargo, ella me recomendo visitar cierto lago que hay cerca de su casa, donde ademas era facil acampar. Asi puse rumbo a Zakrzowec, el afamado lago.

Encontrarlo ya tuvo su historia. Me confundi con las direcciones, asi que el tipico comentario final de todo recto hasta que lo encuentres se tradujo en una caminata de unos 10 kilometros. No os creais que no intentaba preguntarle a la gente, pero mi polaco no da para preguntas tan complicadas, asi que yo seguie erre que erre todo para alante. Y hasta que no me tope con una amable anglofona nadie me oriento en el rumbo correcto.

Con pies doloridos, espalda partida y en plena noche encontre el punyetero lago. A todo esto, hay que decir que todo aquel que me dirigia hacia el lago siempre anyadia: "Ten cuidado, es un sitio muy peligroso". Claro, yo me imaginaba caimanes, piranyas, remolinos tragabarcos, navajeros robaguiris... Que va. Sencillamente el lago esta rodeado de unos acantilados mal vallados poblados de hierba alta. El susto fue fino cuando me encontre con el lago y el consecuente acantilado a un paso de mi.

Resulta que Zakrzowek recibe la visita de estudiantes en busca de naturaleza. Se toman las cervezas, charlan, y de vez en cuando hay un accidente. Todo el borde del lago esta rodeado de fotos y velas. Una curiosa mezcla de lugar cool, romantico y mortal.

lunes, 18 de julio de 2011

Mi familia autoestopista

Empezaré por contar que estuvo a punto de irme hasta los balcanes en una oportunidad que surgió, pero que al final no tiro la cosa y sigo en Polonia. Dicho esto, nos vamos a Varsovia. Llegué tarde, con pésima planificación, sin lugar donde quedarme a dormir. Ya empezaba a asumir que iba a tocar hostal y yo refunfuñaba, pero entonces tiré de una opción de Couchsurfing (last minute CS) que no había probado nunca. En dos patadas tenía donde quedarme a dormir.

Y no era el único. Me topé con tres alegres autoestopistas que venían de Mazure (región de los lagos del norte). Pasamos la noche de guitarreo, y decidimos partir los cuatro juntos hacia el sur el próximo día. Hacer autostop siendo 4 no es facil, implica que tiene que parar un coche con mucho espacio, por no hablar de las mochilas. Así que llegamos a pasar tres horas en algún que otro sitio, pero entre 4, haciendo juegos y charlando... pues era una fiesta. Y ya estamos en Cracovia, en dos días eso si, pero por lo menos dos días que además han aportado una muy bonita noche acampados en un bosque de pinos con lago incluido.

Carol, Martin y Ewa viajan siempre en autostop desde hace varios años. Recorren europa arriba y abajo sin parar cada verano y son un efecto colateral del tratado Schengen que da que pensar. La alegría y facilidad para ir sin un duro de Portugal a Rumania en cuatro o cinco días, pues para ir a ver a un amigo... o alguien que monta una fiesta en Suecia y uno se apunta aunque esté sin dinero en Albania... todo, insisto, sin un sólo euro.

Dormir bajo las estrellas, o en couchsurfing, o en casas ocupas. Comer del campo, o a veces darle caña al Dumpster Diving... o tocar la guitarra y conseguir esos 10 euros que aseguran pan para una semana. Y así pasan los meses y los años, y estos hippies, o perroflautas, o como se les quiera llamar recorren europa, la conocen al dedillo y algunos te hablan 6 o 7 idiomas. No es un estilo de vida para todo el mundo, no sólo vivirlo sino respetarlo es dificil para muchos. Pero ver el mundo a traves de esos ojos, aunque sólo sea unos días, es una de las experiencias más bonitas que he tenido.

Ahora toca despedida... y yo me voy a buscar una bici que un amigo me dejó... :)

viernes, 15 de julio de 2011

En casa de Czeslaw Milosz

Quien me iba a decir, entrando en Sejny, lo que me iba a encontrar. Un pequeño pueblo de 3000 habitantes que cuenta con una escuela de jazz y varios ambiciosos proyectos culturales. Hasta tal punto llega el tema que han conseguido fondos de Europa y del gobierno noruego para la consagración de la casa de verano de Czeslaw Milosz en un centro cultural.

Czeslaw Milosz es uno de los grandes poetas polacos, le toco vivir el siglo XX, y todo el mundo sabe que no es el siglo en que mejor le fueron las cosas a Polonia. En el 48 definitivamente se tuvo que ir. Francia y Estados Unidos fueron sus hogares hasta que por fin pudo volver en los 80. La casa de su tía, el centro cultural que he visitado en Krasnogruda, donde él veraneaba, ahora se deshace en homenajes. Es un proyecto complicadisimo, de muy dificil manutención, pero vivirlo ahora que sólo lleva dos semanas abierto, es estar entre mucha gente volcada. Espermos que les vaya bien.

Y yo he llegado ahí de la mano de mis anfitrionas Couchsurfers, Nadia y Tatiana. Ellas son de Kaliningrado, la otra cara de la moneda. Ellas lo llaman la pequeña Rusia, pues es ese mordisquito olvidado y desconectado sin contacto por tierra con el inmenso pais. Para los rusos de Kaliningrado no es facil ir a las vecinas Polonia o Lituania, y por tanto cruzar dichos paises en tren o autobus, aunque sea rumbo a Moscú, es caro y dificil. Así, se quedan atrapados en su pequeña Rusia.

Finalmente he dejado Sejny esta mañana. Ahora estoy en Augustow. Sólo han sido dos coches, y ya van 16. Augustow es una pequeña ciudad que luce dos lagos enormes y un antiguo canal. Resulta que los generales de la vieja Prusia apostaron por los canales como medio de transporte, y aprovechando un relieve moderado y los muchos lagos que pueblan Polonia, construyeron canales que aún hoy funcionan. El de Augustow conecta el Wisla (el gran río que ejerce de columna vertebral de Polonia) con el río Niemen de Bielorusia y Lituania. Más de 100 kilómetros. Me voy adentrando en Polonia.

jueves, 14 de julio de 2011

Sudie Lietuva...

Y eso significa adiós Lituania.

Estoy en Krasnogruda, Polonia. Y ahora mismo estoy en la casa-museo de un poeta polaco llamado Cheslav Milos (aproximadamente), gracias al obsequio de mis anfitriones couchsurfers que hoy trabajan aquí. Estoy a pocos kilómetros de Lituania, así que este es un buen momento para hablar en este curioso pais.

Lo primero, es que los tres paises bálticos son bastante distintos entre sí. El idioma, la influencia, la situación actual... por lo menos eso dicen los lituanos. De sus 1000 años de historia (pon o quita 200) han pasado unos 700 conquistados o anexados, pero ni eso ni la feroz técnica de deportaciones de Stalin han podido con un potente sentimiento patriótico que se traduce en banderas en las casas, pulseras en los brazos y pegatinas en los coches.

Tal vez sea que la opresión de la patria implique la exaltación de la misma en las escuelas de ahora, y tal vez sea por ello que reina cierto odio a todo lo ruso. Pasado y presente. Uno de mis conductores en autostop me contaba que Putin y sus secueces son todos de la KGB, y que la KGB sigue teniendo unos 3000 agentes en Lituania tejiendo una tenebrosa red.

Teoría conspirativa o no, el caso es que la sombra de la inmensa rusia se hace notar. Un alto porcenaje de población de origen rusa, más todo un comercio altamente dependiente de rusia... creo que las relaciones tienen que ser buenas. Y entrando en Polonia, que estuvo entre el telón de acero y la unión soviética, todos dicen que la influencia es distinta. Ya veremos.

domingo, 10 de julio de 2011

La boda de mi amigo Kim

Pues ha cambiado tanto el ambiente y estilo del viaje que he tardado mucho en actualizar el blog. Normal. Desde el Sábado que ví a mis amigos del colegio en la catedral hasta hoy, se acabó el autostop, e incluso gran parte de la interacción con locales. Encima me da que los lituanos no son la gente que mas disfruta de los turistas...

Pero bueno, la boda. El mérito que tiene para Kim y Ieva haber montado un bodorrio a la española en Lituania es notable. Para empezar las bodas en Lituania implican habitualmente una cena de 50 o 60 invitados, dos brindis, y todos a casa. Al parecer los del hotel no terminaban de entender eso del baile, y mucho menos lo de la barra libre, por no hablar del importante daño colateral que infligia en la etiqueta de los invitados.

Pero lo increible es que Kim y Ieva lo consiguieron. Fue una boda en toda regla, con las habituales caras de resaca a la mañana siguiente y con todas las anecdotas que acompañanan a estos eventos. Volvimos a Vilnius despues de la boda y nos arrastramos durante las siguientes 24 horas. Hoy, Lunes, ya se han ido algunos de vuelta a Madrid, y el miercoles volveré a estar solo.

He dicho que los lituanos son poco sociables con los extranjeros. No se puede generalizar. Hay gente encantadora. Pero parece ser que mucho turismo sexual dejo una imagen pésima del turista occidental, y eso provoca cierta tensión entre locales y turistas. Afortunadamente los hombres si que son relativamente simpáticos, y vivimos la coronación de campeones del mundo de baloncesto sub 19 de Lituania con un emocionado público patriota en una taberna local.

Ahora estoy en Trakai, un bonito pueblo entrelagos, con su castillo Disney en la isla central. Esta noche primera acampada.

viernes, 8 de julio de 2011

Los 787 kilometros de autostop

Ya estoy en Vilnius. Llegue ayer puntual a la cita con los otros invitados a la boda, a las 20:00 frente a la catedral. Han sido 787 kilometros desde Poznan, pasando por las ciudades de Torun, Oszltyn, Biskupiec, Gizycko, Widminy, Suwalki, Kaunas y finalmente Vilnius (esta es una lista de ciudades por paradas, no por importancia). El primer dia fue muy raro, una hora y media esperando un coche y el primero que para me lleva hasta el final del trayecto. Mucha potra. Ayer, sin embargo, fue un dia mas normal. En total 8 coches. Y cada uno con su historia.

Un transportista de pan, que me brindo mi primera conversacion de besugos en polaco. Un transportista de puertas, jovencito, que hablaba ingles y escuchaba versiones techno de clasicos del rock (como los pitufos maquineros, pero sin pitufos). Un transportista de pintura, que ademas de transportista trataba de ser futbolista profesional. Tambien me llevo la fundadora de la sociedad francopolaca, con un frances perfecto, hasta Widminy.

Luego vino el mas raro. Un transportista de botellas de agua. Este personajillo de la carretera polaca lo hacia todo mal. En cada entrega le echaban la bronca por el estado de las botellas de agua, por donde dejaba la furgo, por lo que fuera. Encima, se dejo la puerta de la furgo mal cerrada y en una curva a la izquierda la mitad de la mercancia salio volando. Colpasamos el centro de un pueblo, la policia le entrevistaba y yo recogia botellas... Por cierto que este hombre tampoco hablaba otra cosa que no fuera polaco, y probablemetne un polaco algo especial...

Me dejo en Suwalki, ahi coincidi con dos autoestopistas estonios que habian salido de Barcelona hacia 11 dias! Como eran dos, y estaban antes que yo, se pusieron primeros en la carretera. Cuando les pararon, consiguieron que me pararan a mi tambien. Luego me puse yo primer, y cuando me pararon no consegui que les cogieran a ellos. Espero que no esten muy enfadados. Finalmente, una pareja de lituanos y un ruso jovencito fue lo ultimo que me falto para llegar a Vilnius. Ahi me encontre con mis buenos amigos del colegio, cenamos, tomamos un cervezas, y toca cambiar el chip. Manyana el hotel Meridien, y pasado bodorrio. Pasamos de carreteras polvorientas y furgoneteros a corbatas y consultores. Vamos alla!

martes, 5 de julio de 2011

Primeras 24 horas en Polonia

Ya estamos aquí, en Polonia. La verdad es que con todo el ajetreo de la mudanza no me había mentalizado para nada con el tema de viajar. De pronto te metes en el pajaro de acero, y cuando te das cuenta estas en una terminal y tras las paredes hay todo un pais por descubrir.

La experiencie dota de inercia, y ya me sé el protocolo de buscar el puesto de información para coger el mapa gratuito, preguntar por la distancia al centro (ver si compensa el precio del transporte o si hay tasa revolucionaria de aeropuerto), cambiar el minimo de moneda (1 euro) y coger el autobus. Realmente las ventanillas de "cambio" de los aeropuertos sí que son de las de tasa revolucionaria.

En el avión conocí a otros turistas españoles, y regalé algunos de mis papelitos de aprendizaje de polaco que ya había aprendido. Luego la ciudad tira sin que te des cuenta de cada uno por su propio lado. Y así llegue a Poznan. Y ahí el gran Maciej (couchsurfing) y sus amigos me llevaron a cenar, a charlar y a dormir. Todo muy entrañable.

Este mañana, Karol, su compañero de piso, me dejó en un buen punto de autostop. Una hora después el pulgar empezaba a pedir clemencia, pero justo cuando empezaba a desesperarme, un simpático señor paró. Y como tengo muchisima potra, resulta que va hasta Oszltyn (o como se escriba), mitad de camino a Vilnius. En Torun, mirad de camino a Oszltyn, el amable caballero me ha dicho que iba a parar unas horas a ayudar a su tía a montar un armario. Así que yo me he venido a la plaza central, con edificios espectaculares, su propia torre torcida, y un castillo de caballeros teutones.

Sigo avanzando rumbo a Vilnius.

lunes, 4 de julio de 2011

Equipaje

El mejor consejo que jamas escuche acerca del equipaje decía lo siguiente: "extiende el contenido de tu maleta a un lado de la cama, y al otro lado de la cama pon todo el dinero que te vas a llevar. Ahora, coge la mitad de las cosas y el doble de dinero." En los viejos tiempos de los cheques de viaje, y los dolares en montañas, esto debía tener un sentido. Ahora todo el dinero viaja en los cuadraditos mágicos de plástico, y el juego de hacer la maleta queda en reducirlo al mínimo indispensable.

Y en eso estoy. Con la mochila, marca boomerang, calidad dudosa, pero gratis, de pie ante mi. Ya está bastante llena. El contenido es el siguiente: tienda de campaña, saco de dormir, esterilla, ropa (pantalón, camiseta, calcetines, calzoncillos, de repuesto más sudadera y bañador), chanclas, ordenador, cargador del ordenador, cargador del movil, documentos, neceser, un libro, un cuaderno, un boli, un cinturón, un pendrive, un poncho, y un instrumento musical secreto. Todo ello en una mochila de 30 litros, y con sitio para una botella de agua y algo de comida... (los bolsillos laterales van vacios)...

Recuerdo en mi ultimo viaje que me sobraban los "utiles" y valoraba el sitio para los "inutiles". Llevar a cuestas un ejemplar de tapa dura de Dostoievsky, aunque destruia mis vertebras, me hacía más ilusión que la práctica y minimalista tienda de campaña. Y lo que es indiscutible es que la mochila en sí es una porquería, pero cuando se rompa sabré que es lo que necesito comprar. Otra drástica decisión es no llevar cámara de fotos. Bueno, llevo la del movil, pero no tengo manera de conectar el movil. La única posibilidad es hacerme con una tarjeta de memoria... pero me temo que por ahora dependeré de otros viajeros para el reportaje gráfico.

Y es que mañana parto. Empieza el periplo de europa oriental, la tierra que presionaba a los romanos, que fue arrasada en un sentido y otro durante el siglo XX... Ahora son esos misteriosos miembros de la Unión Europea, de idiomas llenos de letras de inimaginable pronunciación, y de esa cultura que me encantaría describir, pero es que prefiero no perderme en prejuicios. Sencillamente, ya veremos!

viernes, 24 de junio de 2011

Los albores

Es 24 de Junio. Estoy en la cama a las 16:31, convaleciente de un tirón de espalda que me grita cada vez que me pongo de pie. Sucedió de forma absurda, mientras hacia labores de jardín. Así que, me siento cristalino.

Sin embargo estoy en pleno proceso de planificación de mi próximo viaje. La duración estimada es de dos meses, así que tampoco hay motivo para tanto blog y tanto bombo. Pero, por lo menos, aspiro a inspirar. Hoy, maltrecho, anuncio mi intención de recorrer miles de kilómetros en bicicleta y de adentrarme en la espesura de la europa central y oriental.

Estuve tentado en plantear esto como un boda a boda, pues comienzo con una boda en Lituania y probablemente termine con una boda en Creta... pero aún es pronto para firmarlo y por eso he preferido bautizar este blog como "La ruta este". Aterrizo en Poznan, Polonia, el 5 de Julio. Desde ahí me esperan 787 kilómetros de autostop hasta Vilnius, Lituania. Trás la boda, probablemente partiré a Cracovia, donde me espera una hermosa bicicleta... Luego comenzará un emocionante diálogo hombre montaña, con los cárpatos... pero tanto plan, tanto plan, sólo es una guía, una meta para motivar. En realidad, en el camino, siempre pasan cosas y hay que estar preparado para los cambios de planes.

Y ahora toca dejar las cosas cerradas, preparar el equipaje, renovar el pasaporte, etcétera, etcétera. Me asaltan preguntas absurdas de partida, como el tamaño de la mochila, si llevar tal cosa o tal otra. En realidad da igual, no importa el equipaje, no me voy al Annapurna (que yo sepa). Todo va a salir bien.