sábado, 27 de agosto de 2011

Capadocia

Tras muchos kilometros, chais con camioneros, y muchisimo calor; llegue a Capadocia. Como era de esperar el libro mas leido en todas las terrazas, por mayoria aplastante, era la LP; y las agencias y hostales ya hacen ciber-acrobacias en foros y buscadores para ser recomendadas en la edicion 2012. La verdad es que disfrute mucho de encontrarme de pronto con muchos extranjeros como yo, y disfrutar de una cervecita en una terracita como si aquello fuera Torremolinos me sento muy bien. Luego los hostales, donde siempre supero la media de edad con creces, con su abanico de nacionalidades y mochilas, fue refugio por un dia. Hubo que ser insistente con la ducha para convertirme en persona.

Conoci a mucha gente. A tanta que al final decidi hacer parada larga, porque aquello ya era como ser del pueblo y tenia mucha gracia. Ademas me vino bien dejar de moverme por un tiempo. En total sume seis noches en Capadocia. Algunos me hablaban de como ha cambiado aquello en los ultimos 30 anyos, tambien habia un sorpredente numero de europeos que habian decidido comprarse una casa en Capadocia... y otros exiliados, pero esta vez procedentes de los problematicos paises vecinos (Iran, Iraq, Siria...). Toda gente muy variopinta y muy amable.

Ahora Capadocia cuenta con una flota de globos de uso turistico que supera las 100 unidades. Cada manyana se puede ver una autentica nube de globos, cada uno con sus 10 turistas. Luego la mayoria descansa, y hay un sector de turistas que alquila un quad (barato) y llena de estruendo los petreos valles de la antigua Capadocia. Pero siempre quedan los rincones, aquellos a los que solo se llega a pie, con agua, y con paciencia. En sitios asi, se ve la excentrica erosion y la genialidad humana (para cavar esas casas) toda junta. Y mientras empiezas a imaginarte como serian todas esas cuevas habitadas, aparece un grupo de turistas perdido, que se piensa que un servidor es un sherpa, y empieza el baile de mapas e indicaciones. Es laberintico Capadocia.

El ultimo dia decidi dormir en lo alto de una de las montanyas vecinas. Trate como pude de cumplir con todas las cosas que tenia pendientes, arreglarle la bici a uno, despedirme de otros tantos, etc, etc. Al final me encontre a la carrera rumbo a mi zona de acampada, con la suerte de llegar a tiempo para ver la puesta de sol y poner la tienda. Al dia siguiente comence mi camino de retorno, rumbo a Grecia. Lo primero ha sido bajar hasta la costa, a Mersin. Cerca de ahi he pasado la ultima noche, y ahora sigo hacia el oeste. Vuelve el bochorno, pero tambien es verdad que aqui por lo menos hay mar en que banyarse.


No hay comentarios:

Publicar un comentario