miércoles, 14 de septiembre de 2011

Aventuras en Grecia

Imposible poner toda la semana pasada en una sola entrada de blog. Lo intentaré. Salté de Turquía a Rodas, y de Rodas a Creta. Había exceso de turismo, hasta que llegué a Creta. Mi chofer desde Sitia a Heraklion fue genial, con visita a una cantera de yeso y a un parque de esculturas incluido. Y luego llegue a Heraklion y me encontré en medio de la revolución estudiantil nuestra de cada día.

Ya se sabe que hay algún apuro económico que otro en Grecia, y evidentemente los recortes van cabreando a la gente. Los estudiantes estan que trinan y lo demuestran ocupando las universidades y fastidiando todo lo posible. Dicha actitud es muy respetada, pues de hecho fueron los estudiantes los martires en el final de la dictadura de los coroneles en 1973. De hecho, la policia y el ejercito tiene prohibidismo entrar en los terrenos universitarios. Por tanto, ahora, en pleno cataclismo financiero, los estudiantes asumen que les toca a ellos encender la mecha.

Yo presencié la dificil decisión del departamento de matemáticas aplicadas de Heraklion de ocupar o no ocupar el departamento. A un lado del aula estaban los de "izquierdas" y al otro los de "derechas". En medio estaban los "espiritus libres". Cuando a uno le tocaba, salía a la palestra, soltaba un discurso y luego lo torturaban a preguntas. Todo ello con un infernal ruido de fondo fruto de todas las conversaciones por lo bajini. Al orador le aguantaba la faringe 20 minutos. Y todo con los nervios a flor de piel, hubieron peleas a puñetazos y lagrimas. La votación dictaminó que no se ocuparia el departamento. Sin embargo, tengo entendido que en 350 de los 420 departamentos de Grecia la ocupación es una realidad.

En realidad, mi visita a Creta tenía como objetivo principal acudir a la boda de Ioanna, una buena amiga de mis años universitarios. Fue una pasada. Todos decían que una boda tan íntima, sólo de los más allegados era muy bonito. A mi me parecía que trescientas personas son muchas, pero bueno. Los bailes tradicionales, el Raki, el paisaje alucinante... Increible. Pero sobre todo el reencuentro, ver a los viejos amigos, y ver que les va bien. Eso si que llena por dentro.

Como apunte curioso, resulta que los taxistas empezaron una super huelga el fin de semana de la boda. El gobierno ha decidido acabar con el mercado negro de las licencias, y los que pagaron cientos de miles el año pasado se encuentran con que ahora no cuesta nada. Así que hay otro pollo más en el horno. Y, claro, en plena boda. Así que muchos invitados no tuvieron más remedio que hacer autostop. Entrañable.

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