domingo, 4 de septiembre de 2011

La Ruta Lycia

De Fehtiye a Antalya, en la costa mediterranea de Turquia esta la costa Lycia, y también la Ruta Lycia. Esta última consiste en un épico sendero de 600 kilómetros de enrevesada longitud, que corona picos escarpados y visita el mar de cuando en cuando. En verano está poco recomendado, sobre todo porque es dificil encontrar agua en los meses de calor. Yo, por cuestiones de tiempo he renunciado a dicho sendero. Pero para muchos turcos es su pequeño camino de santiago.

Yo he recorrido dicha costa. Parando sobre todo en Demre y el Kabak Valley. El primero fue una auténtica abducción. Un tipo me invitó a un desayuno que se convirtió en dos noches y tres días de turismo por la zona, comilonas, y poder charlar con toda su familia. Eran basante conservadores, y pudimos conversar acerca de muchas cosas. No sé que tal digerieron mis ideas, pero digamos que su creacionismo y mi darwinismo colisionaron, pero como nos llevabamos tan bién. Empezamos todos a imitar a monos y nos reimos un montón. Una escena entrañable.

Tras una tierna despedida, y el ya rutinario "nos vemos en facebook", seguí por la ruta Lycia. Fueron coches muy divertidos, y al final, terminé en Kabak Valley. Para explicar este lugar hay que empezar por Oludeniz, que es otro nucleo de turismo total, y despues seguir la precaria carretera que bordea el acantilado. El primer barranco que te encuentras es el Butterfly, luego el Kabak, y finalmente el Paradise. No os dejeis engañar por los nombres, normalmente están en turco pero no me los he aprendido.

El caso es que son lugares recónditos y que empiezan con un par de melenudos antisistema que hacen de neo-ermitaños. En ese estado esta Paradise. Luego evolucionan y se forman campings, para acomodar las visitas y para que el melenudo tenga dinero. Los campings evolucionan, y al tiempo algunos tienen Bungalows y algunos incluso piscina. En ese estado está Kabak. El último paso, suele ser la irrupción de alguien que no es un melenudo, sino una empresa de hosteleria, y la fagocitación de todos los campings dentro de uno sólo. Practicamente hay que pagar entrada. En ese estado está Butterfly.

Y Kabak muy bien. Mucha gente entrañable. Muy bonito. Muy divertido. Inolvidable. Pero hay prisa. Me voy a Grecia. Ipso Facto!

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