domingo, 24 de julio de 2011

Giro al sur

El caso es que en Cravocia me diluvio. Fui de tormenta en tormenta bajo mi poncho agujereado, dormi en los bosques en mi pequenya tienda con forma de ataud bajo un incesante chorro de agua, pude sentir los rios que se formaban en torno a mi tienda mientras dormia... finalmente decidi que aunque entre diluvio universal y diluvio universal habia unas horas de sol delicioso, no merecia la pena jugar a ser Noe.

Y decidi tirar para el sur rapidito. Y en autostop, rapidito implica subirte a los coches independiente de la direccion que tomen (si es para el sur me vale). Asi termine pasando una noche seca cerca del frontera con republica checa y al dia siguiente el gran Lech me llevo. Tuvimos una sorpredente conversacion en aleman, sorprendente por el hecho de que aun fuese yo capaz de charlar en dicha lengua despues de mi aventura con el polaco. Luego Lech cogio a otro autoestopista, y este ultimo me invito a su casa en Brno, donde montaba una fiesta.

Asi que, despues de tres dias en plan Robinson bajo los diluvios, estaba en una fiestecita en un piso de Brno. Yo con la ducha caliente y un tejado estaba ya mas que satisfecho, pero cuando vi las montanyas de pizzas y las neveras hasta arriba... El caso es que lo pase en grande en Brno. Y esta manyana, como tampoco queria seguir abusando del buen rollito de mi anfitrion decidi poner rumbo a Viena, que esta muy muy cerca, y donde encima tengo algunos buenos amigos.

Y aqui estoy, mucho mas al oeste de lo que hubiera pensado cuando Ucrania y Rumania entraban en mis planes. La verdad es que no durare mucho por Austria, y supongo que Budapest se merece una visita. El autostop sigue siendo una autentica gozada, se viaja de maravilla. Lastima que la bicicleta que Jon me habia propuesto no estuviera disponible en Cracovia. Pero seguro que encuentro una bicicleta en Budapest, o en otro lado. Pero mas al sur, donde haya un intervalo mas generoso entre tormenta y tormenta!

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