Un transportista de pan, que me brindo mi primera conversacion de besugos en polaco. Un transportista de puertas, jovencito, que hablaba ingles y escuchaba versiones techno de clasicos del rock (como los pitufos maquineros, pero sin pitufos). Un transportista de pintura, que ademas de transportista trataba de ser futbolista profesional. Tambien me llevo la fundadora de la sociedad francopolaca, con un frances perfecto, hasta Widminy.
Luego vino el mas raro. Un transportista de botellas de agua. Este personajillo de la carretera polaca lo hacia todo mal. En cada entrega le echaban la bronca por el estado de las botellas de agua, por donde dejaba la furgo, por lo que fuera. Encima, se dejo la puerta de la furgo mal cerrada y en una curva a la izquierda la mitad de la mercancia salio volando. Colpasamos el centro de un pueblo, la policia le entrevistaba y yo recogia botellas... Por cierto que este hombre tampoco hablaba otra cosa que no fuera polaco, y probablemetne un polaco algo especial...
Me dejo en Suwalki, ahi coincidi con dos autoestopistas estonios que habian salido de Barcelona hacia 11 dias! Como eran dos, y estaban antes que yo, se pusieron primeros en la carretera. Cuando les pararon, consiguieron que me pararan a mi tambien. Luego me puse yo primer, y cuando me pararon no consegui que les cogieran a ellos. Espero que no esten muy enfadados. Finalmente, una pareja de lituanos y un ruso jovencito fue lo ultimo que me falto para llegar a Vilnius. Ahi me encontre con mis buenos amigos del colegio, cenamos, tomamos un cervezas, y toca cambiar el chip. Manyana el hotel Meridien, y pasado bodorrio. Pasamos de carreteras polvorientas y furgoneteros a corbatas y consultores. Vamos alla!
Guille, no olvides decirnos si prefieres las furgonetas a los consultores
ResponderEliminarA mi me encantó el aguador.
ResponderEliminar